La pereza: imagenes sobre la peresa

vagituussss

Convencionalmente se considera la vagancia como un vicio deplorable y pernicioso. Por el contrario, se elogia a aquellos a los que se considera trabajadores y laboriosos, situándolos como ejemplos de virtud a imitar. Pero ciertas evidencias demuestran que, en realidad, es la vagancia la que hace avanzar nuestra sociedad y el elogio de la laboriosidad y el trabajar por trabajar, lo que convierte en modernos esclavos a millones de ciudadanos.

Todos sabemos que “nadie se hace rico a fuerza de trabajar”, por mucho que uno se empeñe en ser un buen fontanero, un buen minero o un buen barrendero, trabajando interminables horas en ello, nunca conseguirá hacerse rico. A lo más que podrá aspirar es a tener siempre un trabajo remunerado decente. Esta sociedad no reserva los puestos privilegiados, ni las mansiones, ni los mercedes, para aquellos que son más trabajadores, esos solo pueden aspirar a una palmadita en el hombro de vez en cuando. Los puestos más altos de nuestra sociedad están reservados para los que no han derramado una gota de sudor en su vida, fuera del gimnasio.

La capacidad de organizarse mejor, buscar la forma más eficiente de hacer un trabajo o hacerlo más cómodo, solo puede venir de alguien que muestre cierta vagancia. A una persona realmente trabajadora, no se le ocurre buscar la forma de trabajar menos, eso iría en contra de sus principios y sería considerado el principio de una tendencia viciosa y perniciosa.

Creo que, en lugar de clasificar a las personas como vagos o trabajadores, podríamos clasificarlos como listos y pringaos. Los listos, son aquellos que realmente no trabajan demasiado, pero que ocupan los mejores puestos, gracias a su inteligencia o a su capacidad para aparentarla, predicando y elogiando la virtud de la laboriosidad. Los pringaos, son aquellos que se creen lo de que es muy bueno ser muy trabajador y muy malo ser un vago, con lo que acaban ocupando los puestos que requieren un mayor esfuerzo y una menor remuneración.

Entre esos 2 extremos, hay muchas personas que se encuentran en un punto intermedio o que pasan con frecuencia de un lado a otro. Están los pringaos, que son conscientes de que lo de la virtud de la laboriosidad, es un cuento chino de los listos, para hacerles trabajar lo más posible y sin rechistar, por lo que tratan de trabajar lo justo y buscar la forma de pasarse al lado de los listos en cuanto tengan la oportunidad. También hay pringaos, conscientes del engaño de los listos, pero que se ven incapaces de pasarse a su lado, por lo que procuran alcanzar una posición lo más cómoda posible dentro del universo pringao, trabajando lo mínimo. Hay personas, enclavadas circunstancialmente en el universo de los listos, pero que realmente son pringaos, por lo que viven siempre con el miedo de ser descubiertos y devueltos a donde pertenecen.

La pereza

jueves, 17 de marzo de 2011

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